DESCRIPCIÓN FISIOGRÁFICA DE LA MESETA DE JAUA
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La Meseta de Jaua es una de las unidades independientes mejor conservadas de los procesos erosivos que se encuentran sobre el escudo de Guayana, habiendo persistido desde el Precámbrico. La meseta presenta una configuración de "Plateau" con escarpes abruptos, y tiene una forma alargada según un eje de orientación noroeste (NO). Su litología predominante está identificada con la Serie Roraima, y se caracteriza por materiales detríticos gruesos donde el material cuarzoso redondeado es el elemento principal. La litología se compone de areniscas feldespáticas, las cuales están dispuestas casi horizontalmente en gruesos espesores y se encuentran intensamente fracturadas.
La meseta presenta una morfología compleja que incluye desde acantilados profundos hasta cañones. Los movimientos epeirogénicos leves han sido experimentados en la región. Los accidentes más notorios en la configuración del cauce del Alto Caura son controlados fundamentalmente por la altitud máxima del perfil longitudinal del cauce, la cual puede llegar a 1700 m.s.n.m. La meseta desempeña un papel significativo en la evolución de la red hidrográfica de la cuenca superior del río Caura y cuencas vecinas. Los ríos se desprenden de la meseta en forma de majestuosos saltos, siendo el Sinamá el más importante, con una caída que puede alcanzar los 700 metros. Las aguas de estos ríos a menudo presentan una tonalidad pardo-rojiza, lo cual puede deberse a compuestos de hierro y algunos derivados de la descomposición de la materia orgánica y vegetal. Las fracturas, junto con posibles diques básicos o rocas volcánicas, han acelerado los procesos de erosión, originando hundimientos y cañones auténticos.


