EL USO DEL COHETE EN REEMPLAZO DEL GLOBO PARA EL LANZAMIENTO DE RADIOSONDA
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Este documento corresponde a un seminario presentado en 1976 que analiza el uso de cohetes meteorológicos como una alternativa superior al globosonda tradicional para la exploración de la atmósfera. La limitación principal del globosonda es que solo permite la exploración hasta una altura de aproximadamente 30 kilómetros. Este límite es insuficiente para los objetivos que buscan estudiar los niveles superiores de la atmósfera y obtener un conocimiento global de sus características climáticas, especialmente en la zona ecuatorial. El cohete meteorológico o cohete de sondeo es recomendado porque, con costos relativamente bajos, puede realizar mediciones de vientos y temperaturas hasta alturas de 60 a 80 kilómetros, doblando con exceso el espesor de la atmósfera que puede observarse sinópticamente.
La exploración de la atmósfera superior es crucial, ya que se estudian regiones como la mesosfera y la termósfera. Las mediciones físicas fundamentales incluyen temperatura, dirección y velocidad del viento, y densidad. Para obtener datos precisos en grandes alturas, como entre 60 y 70 kilómetros, donde un paracaídas desciende demasiado rápido y los sensores de temperatura están expuestos a grandes errores de corrección, deben emplearse otras técnicas. Estas técnicas incluyen el seguimiento de esferas instrumentadas para deducir la densidad del aire o métodos activos como la técnica de la granada y la técnica del rastro de vapores alcalinos, utilizada para determinar el viento en la alta atmósfera, a menudo por encima de los 60 a 70 kilómetros. El sistema Skua es un ejemplo de cohete de propulsión a chorro diseñado para el estudio sinóptico de rutina en la atmósfera superior, alcanzando altitudes de hasta 70 kilómetros.
Dada la creciente importancia de estos datos, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha adoptado un código para el intercambio internacional rápido de la información obtenida por cohetes meteorológicos. Además, la OMM ha propuesto un método uniforme para archivar estos datos con el fin de facilitar la investigación. El conocimiento de la atmósfera superior es un punto de comparación muy importante para los estudios de la meteorología espacial. Los científicos también están interesados en otros parámetros como el ozono atmosférico, agentes contaminantes, iones y la intensidad de la radiación solar indirecta en los distintos niveles.


